martes, 27 de abril de 2010

Dependencia Emocional

Dependencia Emocional
Cuando nuestro bienestar o malestar emocional está directamente vinculado al comportamiento, opiniones y/o sentimientos de otra persona, o a alguna circunstancia determinada, podemos decir que estamos frente a la llamada dependencia emocional.
¿Cómo se manifiesta?:
Como pérdida de la armonía interior.
Como desequilibrio emocional.
Como malestar de diferentes grados.
En el caso de la dependencia hacia las personas, como hallándose siempre en deuda con dicha persona.

¿Cuándo se desarrolla la dependencia emocional?:
Cuando conscientemente o inconscientemente le entregamos el control de nuestras vidas y/o emociones a otra persona.
Cuando nos hacemos responsables de la recuperación de otros, o, al revés, hacemos responsables a otros de nuestras dolencias emocionales.

¿Con quién se puede establecer dicho vínculo enfermizo?
Padres, hermanos/as, pareja, hijos, etc.

¿Por qué se da?
Por baja autoestima.
Por temor a la soledad.
Por temor al rechazo.
Por temor a perder el cariño.
Para manipular al otro.
Por comodidad.
Por egoísmo.
Por sobreprotección.
Por amor mal entendido.
Por creer que el otro es superior.
Por sobreestimación.

Existe, en estado de salud mental y emocional, una dependencia sana y solidaria de nuestros semejantes y de nuestros seres queridos, cuyo comportamiento y/o acontecimientos derivados del proceder de los mismos no gravitan en forma decisiva sobre nuestro estado de ánimo.
El ser humano es por naturaleza gregario, es decir, necesita vivir en comunidades, compartir con sus semejantes.
Cuando recién nace, es dependiente totalmente de sus padres; a medida que crece, se vuelve independiente, adquiere la capacidad de amar y desaloja su egoísmo innato. Su felicidad o infelicidad radica en su capacidad o incapacidad de amar.
También conviene recordar que existe un antes y un después del grupo.
Todos cuando recién llegamos, entre otras dolencias emocionales, recordamos nuestros diversos grados de dependencia emocional, que a veces ni éramos conscientes de dicho comportamiento Con el análisis de los testimonios, el conocimiento de la literatura y el amor reinante en el grupo, nos dimos cuenta de ello.
Pudimos luego, transitando el camino de la recuperación, verter estos conceptos, estos valiosos testimonios, que coinciden con las pautas de nuestra literatura.
Así, también, podemos hablar de la sana dependencia del grupo, en especial en las primeras etapas, teniendo sumo cuidado de no caer en una dependencia enfermiza de algún o algunos compañeros, hecho que puede ocurrir si perdemos de vista que la neurosis es un problema en común.
Finalmente, si de alguien podríamos depender, sanamente hablando, sería de nuestro Poder Superior, tal como cada uno de nosotros lo concibe. Mejor dicho, en estado de recuperación, dejar que un Poder Superior a nosotros mismos guíe nuestras vidas.

¿Cómo se logra, entonces, el desprendimiento emocional?:
1) Poniendo en práctica el Programa.
2) Fortaleciendo la autoestima.
3) Anteponiendo siempre el amor.
4) Dándole a la persona de la que depende nuestro bienestar o malestar su
verdadero lugar, ya que a veces lo concebimos como muy superior a nosotros.
5) Concurriendo al grupo, dando testimonios de nuestra recuperación.
“GRUPO DON BOSCO LA PLATA”

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